Un Atlético heroico remonta al Eibar para ser el líder de LaLiga

Partidazo el que ofrecieron el Atlético de Madrid y el Eibar en el Wanda Metropolitano. El equipo colchonero se llevó los tres puntos en un encuentro en el que el equipo de Mendilíbar le puso contra las cuerdas. A los de Simeone les tocó nadar contra la corriente durante todo el encuentro. Aunque con el 0-2 que señalaba el marcador a los 20 minutos, el Atlético parecía noqueado, el talento de Joao Félix y la ferocidad de Costa sirvieron para agarrar de nuevo al partido rojiblanco cuando ya naufragaba.

En la segunda parte, los cambios de Simeone dieron sus frutos. Primero con un Vitolo que pide la titularidad a gritos y un gol soberbio. Luego, con la fe y profesionalidad de un Thomas Partey (que nunca se queja, que trabaja en silencio y cumple) que marcaba el 3-2 en el minuto 90 cuando todo indicaba que el asunto no daba para más. Pero claro, hablamos de un equipo cuyo lema es ‘Nunca dejes de creer’ con lo que conclusiones de este tipo, épicas, un tanto heroicas, son parte de su propio ADN.

El Atlético – Eibar, en imágenes

Cuando los partidos no siguen el guion que prefiere el Cholo, ya saben, el del control desde un gol inicial, muchos se marchan a un campo de batalle en el que la fe es la moneda de pago y ahí, el Atlético casi siempre gana.

El Atlético de Simeone sólo sabe vivir al límite. Para bien o para mal. Se ha visto en estos años. Quizás de ahí venga ese magnetismo que emana el equipo rojiblanco. Cómo no engancharse a un equipo capaz de noches como las de la Juventus, en lo bueno y lo malo, con goles como el de Godín ante el Barça en el Camp Nou o el tanto al Athletic, lesionado… Cómo no celebrar cuando el Atlético del orden se viste de caos para agarrarse al último resquicio de vida.

UN EIBAR MUY VALIENTE

Desde el inicio se vio que el Eibar no iba de farol. En menos de un minuto, Inui lanzó un zapatazo desde 25 metros que se marchó alto por poco.

El cuadro armero salió valiente y tardó siete minutos en marcar. Un pase de Arbilla en oblicuó aprovechó que Lodi estaba descolocado y corría hacia atrás. Recibía Sergio León, Mario Hermoso tenía que salir fuera de zona, y el jugador armero dejaba para que Orellana entrase en el área con un Lodi muy tibio en la marca, el chileno ponía el balón llovido en el área pequeña donde Charles marcaba de cabeza. Oblak no podía hacer nada.

El gol del equipo vasco hizo cambiar al Atlético el dibujo a un 4-2-3-1, con Lemar más tirado al centro habida cuenta de que, una vez más, por banda o trascendía. El Atlético se asomaba por primera vez a la meta contraria con una jugada en la que Koke sacaba en largo, oblicuo, a la espalda del lateral derecho. Lodi, mejor en lo ofensivo que en lo defensivo, aparecía por detrás, controlaba el balón a bote pronto, se la ponía a Costa en el área pequeña donde el de Lagarto ponía el interior del pie pero su remate se marchaba alto.

El Eibar tenía el plan muy medido. Atacaba sobre todo por el lado izquierdo colchonero, mucho más desprotegido. Y por ahí llegaba el segundo mazazo. Jugada por la derecha con un centro de Tejero que Hermoso despejaba muy blandito, el balón quedaba en la frontal donde Arbilla, sobresaliente en el partido, disparaba un fuerte chut que tocaba en Llorente para despistar a Oblak. 0-2 en menos de 20 minutos.

APARECE LA SOCIEDAD COSTA-FÉLIX

Segunda modificación en el dibujo. Un 4-4-2, con Lemar a la izquierda, como si nada la verdad. Andaba noqueado el equipo colchonero pero se inventó un gol en el que Koke, encontraba a Joao Félix en el punto de saque, el luso se asociaba con Costa, como tantas veces demostraron en pretemporada, para que el de Lagarto tirase de potencia, se plantase en el área, aguantase el empujón de un Sergio Álvarez que cayó como si se hubiese chocado con un muro, para poner el balón en el otro poste donde Joao Félix sólo tenía que empujar.

En la pretemporada, el luso le había dado tres pases de gol a Costa. Y en ese caso, fue el exjugador del Benfica el que le devolvió la gentileza. Vaya dupla, potencia, intensidad, mordiente, calidad, gol… Se entienden muy bien y le pueden dar muchas pero que muchas alegrías al Atlético.

El gol le dio oxígeno a los de Simeone, que lo necesitaban. Y el Eibar asumió su papel, el de intentar amarrar lo que ya tenía en su haber y salir con velocidad para intentar incrementarlo.

VITOLO COMO SOLUCIÓN

La segunda mitad dejó una nueva reestructuración del Atlético. Entró Vitolo y se marchó un discreto Llorente. Koke y Saúl se quedaron con el timón, tal y como había probado el Cholo al inicio de semana, con Vitolo y Lemar por las bandas.

Y en este contexto, Lodi, que era un atacante más brilló especialmente. Una jugada en la que Lemar abrió a banda, apareció el brasileño, para controlar mientras dejaba tirado a su marcador, corría hacia la meta contraria y pasaba entre lineas a un Vitolo que llegaba en carrera. El canario, con un sutil toque con el exterior, casi con la puntera, colocaba el balón en la base del palo. Empate.

Mendilíbar también movía el banquillo, primero obligado por la lesión de Sergio Álvarez (entraba Oliveira) y posteriormente por decisión técnica, entraba Kike por un Charles que se había dejado toda la gasolina en la presión.

Vitolo revitalizó el ataque colchonero. Y el Atlético marcó dos tantos que no subieron al marcador porque Costa estaba en fuera de juego. La recta final dejó el debut de Riquelme, buenos detalles ha dejado el canterano en la pretemporada, que tuvo la ocasión de coronarse a lo grande. Nada más salir, Lodi le colocó un balón al segundo palo que el canterano remató aunque sin darle tiempo a colocar el pie como era necesario. Pero estuvo cerca.

Y llegó la locura. Thomas, que se había caído del once, rescató al equipo en el 90’. Una jugada con hasta tres rebotes, le servía al ghanés para meterse en el área, tocar lo justo antes de que Ramis intentase sacarle el balón con la cabeza, y fusilar por bajo a Dimitrovic. El éxtasis y el liderato.

Autor

Mundo Deportivo

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